Un año mas conmemoramos la lucha obrera en el mundo y manifestamos las intenciones de seguir en esta lucha.
Hoy mas que nunca la lucha ya no es por los Derechos de los Trabajadores sino mas bien por mantener los puestos de trabajo y sobre todo los que tienen la suerte de tenerlos hoy en día en la situación en la que nos encontramos.
Ya no podemos considerar una lucha de Derechos sino más bien de supervivencia sobre los excesos sindicales cometidos en los últimos años, que al igual que a la burbuja Inmobiliaria o al sector financiero le han pasado factura, también al mundo sindical le esta "estallando" en plena cara y lo único que buscamos desde el mundo sindical son excusas fáciles para la justificación desesperada en seudo-Derechos sindicales y en guerra de clases que no son mas que eso, las excusas para subsistir las Ejecutivas de los sindicatos.
La situación actual quizás nos tiene que hacer reflexionar sobre las nuevas luchas sociales que si bien pueden estar vinculadas a las mismas líneas que históricamente hemos mantenido, también hemos de pensar que las estrategias están cambiando al igual que los modelos económicos y posiblemente estemos en las ultimas etapas de lucha y del final de este mundo sindical que empezó siendo fuerte en el mundo después de la primera revolución industrial.
Hoy en día el mundo sindical se alimenta y subvenciona en su mayor grado del sector Publico que es además el menos productivo (PIB) pero el que puede suponer para un sindicato una presión importante ante el Gobierno y si éste es fácilmente manipulable la ruina para el sector productivo del país, ya que se limitan a echar cortinas de humo sobre la opinión publica enmascarando la realidad en algo que no existe y poniendo la realidad en un segundo plano después de maquillarla y ocultar aquellas cosas que son dignas de mención.
¿Que papel han jugando los sindicatos convencionales en España con la actual crisis?, ¿Que papel juegan los sindicatos en la situación de los trabajadores en la empresa privada?. La respuesta en ambas circunstancias es la misma: NADA.
La etapa de los sindicatos convencionales ha terminado. NO tiene sentido querer entender los sindicalismos actuales con modelos económicos y sociales tan diferentes como los que tenemos ahora en comparación con los que fueron su base de trabajo y sobre todo de lucrarse y financiarse de los trabajadores que son de la Administración Publica que nada tienen que reivindicar en comparación a lo que tendría que solicitar cada uno de los que trabajan en la empresa privada.
Luchar desde la Administración en el mundo sindical para garantizarse unos Derechos que son privilegio y exclusividad solo es una forma de justificar nada y de no hacer nada por los demás. Defender a los trabajadores en la empresa privada cuando son despedidos y cuando las empresas cierran, es tan poco el trabajo serio y honrado que cuando menos no representa la defensa de nada, sino la representación letrada en asuntos meramente judiciales.
Esta sociedad actual debe de reaccionar. Este sindicalismo no tiene sentido y hay que cambiar el rumbo de la lucha, las expectativas sociales y apoyar sobre todo a los sectores productivos y no solo a los sopla gaitas extorsionadotes y cómplices de la burocracia que más de una Democracia moderna parecen mas bien el estilo de una Republica Bananera.
Tengo que afirmar en este punto que la lucha de clases debe de cambiar y terminar y quizás en poco tiempo el día 1 de mayo solo llegue a ser una fecha conmemorativa de recuerdo a los lucharon por la igualdad en el trabajo, y por un mundo de clases obreras que llegaron a tener un roll en la sociedad y no solo peones de la economía.
Es el momento de pensar en el Desarrollo económico, de un nuevo crecimiento, de un nuevo orden mundial de una forma de organización, de un nuevo concepto de Administración y de una reducción de Burocracia que perjudica y minora las posibilidades de crecimiento.
Quizás es el momento de pensar en un sindicalismo vertical, en los nuevos sindicatos amarillos, en una nueva organización donde los trabajadores tengan algo que decir en el desarrollo, y sean parte de él y no solo peones de quita y pon. Quizás sea el momento de limpiar tanto abuso y tanta locura desmedida que no hace otra cosa que cargar al Estado de gastos y costes abrumadores sin justa justificación y sin fines concretos y específicos.
Es el momento de cambios, es momento de plantear una nueva forma de entender el mundo laboral y de entender los mecanismos productivos y defenderlos por encima de todo desde el mundo obrero.
Será un trabajo duro, largo y difícil porque supone que muchos sindicalistas convencionales dejaran sus cargos y sus sueldos fáciles, pero la razón se impondrá y la lucha obrera, la nueva lucha obrera, prevalecerá por encima de corruptos y de mangoneadores, será cuestión de tiempo y de desarrollo en la empresa.
Este es el principio del fin y hoy puede ser un día perfecto para empezar a escribir la historia. El tiempo nos dará la razón de estas líneas.
El Liberalismo del siglo XXI tiene que tener el peso que requiere nuestra economía.
Santos Álvarez
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