viernes, septiembre 05, 2008

Celestino Corbacho, el eterno ministro corregido

El titular de Trabajo e Inmigración ha soportado varias correcciones de otros miembros del Ejecutivo en algo más de cuatro meses de legislatura | La última, de la vicepresidenta De la Vega por la contratación en origen de los inmigrantes

  • Marta Muñoz
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Celestino Corbacho es una de las caras nuevas del gobierno del cambio de Zapatero. Antes, sólo había sido alcalde de Hospitalet de Llobregat y presidente de la Diputación de Barcelona. Es quizás por ser un ministro novato por lo que es toda una fuente de contradicciones. Se desdice a sí mismo y es desdicho por otros miembros del Ejecutivo.

Es ese hombre, que se subió al carro de su colega Miguel Sebastián para quitarse la cobarta para ahorrar energía, el mismo que ha sido corregido por la vicepresidenta del Gobierno en el tema de la contratación de los inmigrantes en origen.

El titular de trabajo afirmó el miércoles que se "aproximaría a cero en 2009", el jueves rectificó y excluyó del saco a los temporeros y este viernes, De la Vega, asegura que el Ejecutivo hará "las contrataciones en origen que se necesiten".

El principio del desdicho

Al comienzo de la legislatura cuando la polémica se centró en el derecho al voto de los inmigrantes, el sucesorde Caldera, se lanzó al vacío en lo que fue su primera iniciativa ministerial.

Corbacho, en una entrevista en Catalunya Ràdio, abogó por establecer "lo más pronto posible" los mecanismos que permitan a los inmigrantes votar en las elecciones municipales, así como llegar a un "consenso" político sobre la posibilidad de que puedan hacerlo en otros comicios.

Rápidamente, el entonces número dos del PSOE, José Blanco, le generó el primer bochorno público al ministro. Aseguró, tajante,que el extender el derecho al voto de los inmigrantes no era una de las "prioridades políticas" del partido, ni formaba parte del programa socialista, ni del discurso de investidura de Zapatero.

Finalmente, el partido, en su 37º Congreso Federal, debatió sobre el voto inmigrante para elaborar una proposición no de ley que llegará al Congreso en septiembre, que tendrá que consensuarse con otras formaciones políticas y afectará a los inmigrantes cuyos países tengan acuerdo de cooperación con España. Con lo que sólo se beneficiarían del derecho la mitad de los extracomunitarios.

Le siguieron otras

El titular de Trabajo tendría que soportar más correcciones. En julio, fue el ministro del Interior,Alfredo Pérez Rubalcaba, el que la realizó. Corbacho aseguró, cuando la situación de las pateras llegó este verano a un extremo peligroso, que el gobierno no regularizaría la situación de los supervivientes.

Al poco, Rubalcaba dijo que el Ejecutivo se lo estaba "pensando". Y Corbacho, públicamente, cargó con el error y tuvo que decir que "se podría estudiar" y encima salió al paso de las críticas afirmando que el gobierno tenía la misma postura. Serían matices, seguramente.

Se desdice a sí mismo

Pero Corbacho ha seguido acumulando situaciones vergonzosas. Cuando la polémica de la directiva europea de las 65 horas de trabajo, el ministro no dudó un instante el hecho de criticarla y luego, en la votación en Bruselas, abstenerse.

Sin duda alguna, estas situaciones ponen de manifiesto que el golpe de efecto que el presidente del Gobierno quiso dar cambiando a varios titulares de su Ejecutivo le está generando más de un sonrojo en los medios de comunicación. También revela que Celestino Corbacho no tiene las ideas muy claras.